Cuando un niño ya entrado en muchos años se me acercó
Y me preguntó
.-¿Qué miras con tanta atención?
.-El reflejo de las palmeras
Le dije
.-.¡Ah¡..exclamó el niño llevándose las manos a la cabeza
.-¿De modo que prefieres el reflejo de las palmeras a las propias palmeras?
.-¡sí¡
Le contesté
Pero
dijo el niño
.-Si la realidad existe
.-¿Por qué la miras en su reflejo?
.-¿Huyes acaso de la realidad?
Me preguntó
.-¡No¡...¡No es eso¡
Le contesté
.-¡es que la realidad no es más que un reflejo
Le dije
El niño que en pocos instantes se había convertido en un viejo
Me dijo
.-.¡Yo soy un niño y me he convertido en un viejo
.-Porque como tú miraba la realidad en los reflejos
.-¿Y eso es todo?
Le pregunté
.-¡porque eso ya lo sabía¡
.-¡No¡...¡No me has comprendido¡
Dijo
.-¡Ah¡...exclamé
.-¿No?
.-¡Sí¡
Me contestó
.-Porque el reflejo no envejece y la realidad ....¡Sí¡
Porque,me dijo
.-¡Mirando y mirando en los reflejos siempre soy un niño¡
.-Pero
.-Cuando entro en en el mundo de la realidad
.-Me convierto en un viejo
.-¡Y tú si abandonas a los reflejos¡
.-¡También te convertirás en un viejo¡
Rafael Carmona Jiménez
Día Siete del mes de Febrero
Y del Año 2014
Eran la nueve y media de la Mañana
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