domingo, 16 de febrero de 2014

DESEANDO

Continuar nuestro viaje y haciendo caso de lo que nos dijo la niña muy agraciada
¡Por cierto¡
Y sin equipaje porque cuando se camina hay que ir ligero,sin fardos así como pesos innecesarios
Los situados en las cima de las montañas nos despidieron tocando tambores y cuernos de cabra cuyo sonido nos acompañó durante la noche.Al día siguiente entramos en un espeso bosque de bambú de color negro surcado por ríos de turbulentas aguas
Las piedras bañadas brillaban
Con esfuerzo y casi arrastrados por las furiosas aguas y descansamos en un meandro del río
¿Fatigados?
¡No¡
Pues
¿Cómo se va a fatigar uno cuando entra en el mundo de los deseos?
La noche era cálida y las rutilantes estrellas se desplazaban girando por el Cielo
Amaneció
Un Sol de color verde nos ofreció un paisaje  de color amarillo y azulado
Después del bosque de bambú vimos a un anciano cuyas barbas flotaban con el viento
Tenía los ojos cerrados
Rompimos su meditación y silencio
Haciéndole una pregunta
.-¿De las múltiples bifurcaciones que hay en el camino,cuál de ellas nos llevará al Reino de Liria?
Sin abrir los ojos y sin romper su meditación con un dedo nos señaló la dirección
Sin decir nada continuamos el camino
Un camino que entraba en un desierto vacío y desolado
Grandes dunas de arena y rocas desperdigadas que se alzaban puntiagudas señalando con un dedo de piedra a un Sol pétreo cuyos rayos eran lenguas de fuego
Ardor y sed
Pero
¿Cómo abandonar el camino de el deseo?
Así pues continuamos
Vimos una gruta muy profunda rodeada de gigantescas estatuas de piedra armadas con lanzas y escudos también de piedra
De aquella gruta de granito salieron fieras y sus rugidos eran truenos
Aquellas fieras de piel escamosa aún cuando no eran serpientes
Tenían doce garras y veinte y cuatro uñas muy afiladas
Y doce mandíbulas con dientes sangrientos
Nos miraron con ferocidad y gestos amenazadores
A él lo dejaron en paz
Pero
Yo fui desgarrado y desmenuzado por sus dientes y garras
Sin embargo no sentía dolor
Desmenuzado en el suelo aún me quedaban los ojos
Una fiera nos preguntó
.-¿Adónde vais?
Él contestó
.-¡Al Reino de Liria¡
.-¿Y por qué no lo habéis dicho antes?
Y él les contestó
.-¡Porque no lo has preguntado¡
Entonces las fieras regresaron a la gruta
Mis miembros descuartizados se fueron pegando y uniendo
Y resucité
Con el ferviente deseo de continuar el camino
¡Al Reino de Liria¡
Rafael Carmona Jiménez
Día diez y seis de el mes de Fbrero
Y de el Año 2014
Eran las diez y media de la Mañana




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