SUS ENMARAÑADAS RAÍCES,DESESPERADAS POR ENCONTRAR EN LAS PROFUNDIDADES ALGO DE AGUA,SE IBAN SECANDO.
HACIA MUCHOS AÑOS QUE, EL ANCIANO BOSQUE,MURIÓ.
LOS MANANTIALES RESECOS LOS VENEROS Y RÍOS SECOS.EL BOSQUE COMO UN AMASIJO DE PIEDRAS FOSILIZADAS ADOPTÓ FORMAS DE ANIMAL CON LAS FAUCES ABIERTAS.
EL CIELO,ESTAÑO FUNDIDO,SE DERRAMABA POR LAS MONTAÑAS.
TODO INDICIO DE VIDA DESAPARECIÓ Y UNTUOSA,LA NIEBLA NEGRA INVADÍA EL PAISAJE.
LAS FLORES SE HABÍAN AGOSTADO.NO HABÍA INSECTOS.LOS ESLABONES DE LA PERPETUA CADENA DE LA VIDA ESTABAN ROTOS
EN AQUEL DESOLADO MUNDO NO QUEDÓ MÁS QUE UNA FLOR DIMINUTA DE COLOR AZUL,AGITADA POR LAS TROMBAS DEL VIENTO Y ATRAVESADA POR LAS TORMENTAS,SUBSISTÍA.
SUS PEQUEÑAS RAICES SE HABÍAN PROLONGADO COMO BRAZOS SEDIENTOS HASTA ENCONTRAR RESTOS OSCUROS DE AGUA.Y PRECISAMENTE,POR SU ESFUERZO POR SOBREVIVIR,SE IBA VOLVIENDO MÁS Y MÁS BONITA.
EN EL CIELO PLÚMBEO QUEDABA UNA SOLA
NUBE OSCURA,VIEJA Y DE ASPECTO TERRORÍFICO.
LA LUNA PLATEADA CON ADORNOS DE BÚHOS ILUMINÓ EL DESIERTO Y ARROJÓ SOMBRAS VERDES EN EL BOSQUE FOSILIZADO.
UNA LUNA INMENSA Y ROJA ILUMINÓ A LA DIMINUTA FLOR QUE AGRADECIÓ AQUELLA LUZ FRÍA PORQUE LE DABA CALOR.
LA NUBE YA DECRÉPITA OBSERVÓ LA AGONÍA DE LA FLOR.
SE ABRAZÓ A SI MISMA Y CON EL RESTO DORMIDO DE SUS MANOS SE EXPRIMIÓ CONSIGUIENDO DERRAMAR SOBRE LA FLOR UNA SOLA GOTA DE AGUA.
LA NUBE DESHILACHADA,CON SU ÚLTIMO ALIENTO BESÓ A LA FLOR.
A PARTIR DE ENTONCES CONOCEMOS AL BOSQUE,ANTES MUERTO.
COMO EL BOSQUE DE LA GOTA DE AGUA.
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ.
DÍA SIETE DEL MES DE OCTUBRE DEL AÑO 2O11.
A LAS CUATRO Y MEDIA DE LA TARDE.
ESCRITO ESTA VEZ EN LA CIUDAD DE MÁLAGA,PERO TRANSCRITO HOY DÍA OCHO DE OCTUBRE A LAS OCHO MENOS CUARTO DE LA TARDE.COMO SIEMPRE EN MACHARAVIAYA.
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