SU CABELLERA NEGRA,ENMARCABA UN ROSTRO CALLADO,INEXPRESIVO.
POR LA VENTANA DE MI TALLER ENTRABA LA NOCHE CON SUS RIZOS,MIRANDO EL CUADRO QUE ESTABA EN EL CABALLETE.
LA ESCALERA AZUL SE DIVIDÍA EN CARACOLES VERDES.
FEIRUZ CANTABA.
LA NOCHE DEL SÁHARA TIENE EL VIENTRE LLENO DE ESTRELLAS.
YO DORMÍA PROFUNDAMENTE.
SENTÍ SU BESO ACARICIANDO MIS OJOS.
LAS PARRAS DERRAMABAN UVAS DE LECHE.
UN ROCE.
SUS CÁLIDOS LABIOS BESAN LOS REFLEJOS.
ACARICIANDO MIS OJOS.
UN ROCE.
SUS CÁLIDOS LABIOS BESAN LOS REFLEJOS.
LA NOCHE ENCERRADA EN UN COFRE DE ORO NEGRO,SE ABRAZA A SUS CADERAS.
YO LA OBSERVO
CRUZA SOBRE SUS PECHOS SUAVEMENTE SUS BRAZOS.
SIENTO DENTRO DE MÍ SU CÁLIDO DESEO.
ERA MUY CALLADA.
SIEMPRE ESTABA CALLADA PERO AQUELLA NOCHE DE INVIERNO TODO SU CUERPO HABLABA.
SUS OJOS MUY EXPRESIVOS ME MIRABAN.
Y EN UN ABRAZO SIN NOMBRE NOS FUNDIMOS CON LA NOCHE.
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ.
DÍA CATORCE DE OCTUBRE DEL AÑO 2011.
A LAS CUATRO DE LA TARDE.
COMO SIEMPRE ESCRIBO DESDE MACHARAVIAYA.
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