POR LA NOCHE EN INVIERNO,CIRCULAN LOS DEDOS DE LA NIEBLA POR LAS CALLES DE MACHARAVIAYA.
RECORTADA POR LA OSCURIDAD SU IGLESIA PARECE UN PALACIO MEDIEVAL.DESDE LEJOS SE ESCUCHAN LAS CAMPANAS,QUE RESUENAN EN EL VALLE.
SILENCIO.
¡BENDITO SILENCIO EL SILENCIO QUE HAY EN MACHARAVIAYA.
EN LAS NOCHES DE INVIERNO COMO COLUMNAS DESHECHAS POR EL VIENTO SE EXTIENDE EL HUMO DE LAS CHIMENEAS.
TODO EL MUNDO DESCANSA EN MACHARAVIAYA.
DE LEJOS VEO UN TROZO DE LA SIERRA DE TEJEDA,NEVADA.
LAS GOLONDRINAS ANIDAN EN MI CASA.
MI CASA HUELE A CUADROS,ÓLEOS Y ESCULTURAS.
EL RÍO SE ABRE PASO POR LAS ROCAS.
LOS CAMALEONES DORMITAN EN LAS RAMAS.
CUERVOS,ÁGUILAS,JABALÍES QUE DE VEZ EN CUANDO VIENEN A HOZAR EN LOS CAMPOS DE MACHARAVIAYA.
EN VERANO HAY AMAPOLAS.
UN CAFÉ CALIENTE AL CALOR DEL SOL DE LA TARDE EN EL BAR DE MACHARAVIAYA.
EN MI JARDÍN SALAMANQUESAS,UN GATO PERDIDO,ARAÑAS QUE TEJEN SUS TELAS CON LOS HILOS IMPREGNADOS DE LLUVIA.
HILOS DE PLATA.
LLUEVE EN MACHARAVIAYA.
UNA MUJER SOLA PASEA POR EL CAMPO.
Y LA GENTE EDUCADA DE MACHARAVIAYA JUEGA AL DOMINÓ Y COMO SI FUERA EN SUSURROS.
HABLAN.
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ.
DÍA DOCE DE FEBRERO DEL AÑO 2012.
A LAS DIEZ DE LA MAÑANA.
ESCRIBO SIEMPRE DESDE MACHARAVIAYA
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