EN EL PALACIO DE LAS LÁGRIMAS HAY URNAS DE CRISTAL Y ÉL NO PODÍA LLORAR.
¡NUNCA HABÍA LLORADO¡.
CONSERVABA CON AMOR TODAS LAS LÁGRIMAS.
¡LAS LÁGRIMAS DEL MUNDO¡.
NO LLORÓ COMO TODOS LOS NIÑOS LLORAN CUANDO NACIÓ.
NO LLORÓ EN SU ADOLESCENCIA CUANDO SUFRIÓ DECEPCIONES.
CUANDO LE HACÍAN DAÑO NO LLORABA.
¡NUNCA LLORABA¡.
SU CARA PERMANECÍA IMPERTURBABLE ANTE CUALQUIER SITUACIÓN QUE LE PUDIERA AFECTAR.
NI SIQUIERA LA MUERTE LE PROVOCÓ NUNCA EL LLANTO.
SUS OJOS ESTABAN SECOS.
PERO NADIE PUEDE SUSTITUIR SUS LÁGRIMAS POR OTRAS LÁGRIMAS.
POR ESTO SE ESCONDÍA,SE ESCONDÍA PARA QUE NO VIERAN SU APARENTE IMPASIBILIDAD.
PORQUE EN EL FONDO DE SU ALMA LLORABA.
PERO NO LO MANIFESTABA.
POR ESTA RAZÓN SE CONVIRTIÓ EN EL LADRÓN DE LÁGRIMAS.
VIAJÓ POR TODO EL MUNDO CON URNAS DE CRISTAL Y PLATA Y EN ESTAS URNAS GUARDABA CELOSAMENTE LAS LÁGRIMAS DE LOS DEMÁS.
CONSTRUYÓ UN PALACIO PARA EL LLANTO DEL MUNDO Y SUS LÁGRIMAS.
Y ESTE ES EL CUENTO DEL LADRÓN DE LÁGRIMAS.
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ.
DÍA SEIS DE FEBRERO DEL AÑO 2012.
A LAS CINCO Y MEDIA DE LA TARDE.
ESCRIBO SIEMPRE DESDE MACHARAVIAYA
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