Basándome en la leyenda griega del rey de Chipre,Pigmalión,que hizo una escultura para encontrar a la mujer ideal y que con la ayuda de la diosa Afrodita se enamoró de ella y que al final fue Galatea voy a contaros el cuento del Escultor.
La luz como un relámpago de Sol distorsionaba las caras de las piedras.Las sombras verdes y oscuras de los Bosques distorsionaban las caras de los Árboles.El Fuego crepitante de los Volcanes distorsiona los Metales.
Un Sol lleno de Lirios resplandecía en el Mar Egeo.
Se despertó la Aurora e inundó con su Luz las aguas de color Violeta y Verde del Mar y con sus brazos abrazó las Nubes,derramando colores sobre las Olas.
En la calima de la mañana,en un Horizonte de color Azafrán y Canela se recortaban las gigantescas moles de Esculturas que resplandecían a la luz del Sol.
El efecto Pigmalión consiste en que cuando uno se propone algo,con tesón,paciencia,trabajo y perseverancia lo consigue.
En su taller lleno de punteros,escoplos,cinceles,gubias y gradínas el Escultor hablaba con los mármoles traídos de la isla de Paros.
Hablaba también con los troncos de madera y ¡cómo no¡...hablaba con el Fuego que le ayudaba a darle forma al Hierro.
Hablan las Piedras con sus grietas y colores,milenarias con sus fósiles.
Hablan los Árboles con sus formas sus colores y nudos..¡SUS HERIDAS¡.
Habla el Hierro informe y se queja y llora dominado por el Fuego.
El Escultor escuchaba la canción y las Palabras de las Piedras,el Hierro y los Árboles.
Comenzó a tallar un bloque de mármol blanco,cuidando de que el puntero,los cinceles y las gradinas no dañaran la textura original del mármol.
Noche tras noche.
Día tras día.
Obsesionado por liberar la Escultura de la prisión de Piedra no cesaba de trabajar.
¡CUBRÍA LA ESCULTURA CON UN PAÑO NEGRO¡.
¡NO PODÍA VERLA¡.
Pero la Escultura lo miraba a él esperando.
Después de meses y meses de trabajo consiguió liberar la Escultura de la Piedra.
En un día luminoso para el escultor todo cantaba.
Una luz de color Rojo resbaló por la Escultura.
El escultor gozoso salió de su taller para contemplar el Mar y al volver la cabeza vio a la Escultura sentada a su lado.
Rafael Carmona Jiménez
Día trece de Febrero del Año 2012.
A las cuatro de la tarde.
Escribo siempre desde Macharaviaya
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