LA ALBERCA DE GRANADA

UN CIPRÉS SE ELEVABA A LOS  CIELOS,ERECTO,COMO UNA FLECHA DEL COLOR DE UNA NOCHE CERRADA.SUS POLIEDROS CAÍAN.
UNA PALMERA.
SU NIÑEZ TRANSCURRIÓ EN UN CARMEN DEL ALBAYZÍN.
EN FRENTE DIVAISABA PALACIO DE LA ALHAMBRA,QUE LE SUGERÍA LEYENDAS MUSULMANAS FANTÁSTICAS.
EN INVIERNO LA ALBERCA GRANDE ESTABA CUBIERTA POR UNA LÁMINA VERDE.
DETRÁS DE LA ALBERCA GRANDE VIO COMO UN EXTRANJERO DESTROZABA UNO DE SUS CUADROS,ÉL SE PREGUNTÓ..¿POR QUÉ?.
MÁS LUEGO LO COMPRENDIÓ,PORQUE ES INÚTIL CONSERVAR OBJETOS Y RECUERDOS QUE NO TIENEN SIGNIFICADO ALGUNO.
YO ME TUMBABA EN EL MURO DE LA ALBERCA ESCUCHANDO EL AGUA QUE SALÍA DEL CAUCHÍL.
EN LAS PESTAÑAS GOTAS DE AGUA QUE SE REFRACTABA A LA LUZ DEL SOL O FORMANDO PEQUEÑOS ARCO IRIS QUE COTEMPLABA EXTASIADO
LA ALBERCA GRANDE ESTABA LLENA DE QUÉ.."CABALLITOS DEL DIABLO".ROZABAN EL AGUA DE LA ALBERCA.
SU VUELO NERVIOSO ME DIVERTÍA PERO,A VECES SE QUEDABAN ESTÁTICA.
ME HUBIERA GUSTADO QUE BORDEARAN A LA ALBERCA ESTATUAS DE MÁRMOL,COMO HABÍA VISTO EN LOS LIBROS.
UNA VEZ SE POSÓ UNA LIBÉLULA CERCA DE MÍ.
TODOS LOS DÍAS NOS VEÍAMOS Y ERA LA ÚNICA AMISTAD QUE TENÍA.
UN DÍA NO VI A LA LIBÉLULA.BUSQUÉ PREOCUPADO POR TODAS PARTES Y SOLAMENTE ENCONTRÉ UNA PATA DE LA LIBÉLULA.
LAS HORMIGAS SE ESTABAN DANDO UN FESTÍN CON SUS RESTOS.
Y ESTE ES MI CUENTO.
EL CUENTO DE LA LIBÉLULA.


RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ.




DÍA SEIS DE NOVIEMBRE DEL AÑO 2011.
A LAS DIEZ Y CUARTO DE LA MAÑANA.

ESCRIBO SIEMPRE DESDE MACHARAVIAYA.