ESTABA RODEADO DE BOTES,PINCELES,PIEDRAS,TIERRA,MADERAS QUEMADAS Y RAÍDAS.EN EL TALLER UN OLOR,AL PRINCIPIO INFECTO Y NAUSEABUNDO AL CUAL ME PUDE ACOSTUMBRAR POSTRIORMENTE.ESTUVE A PUNTO DE VOMITAR,CUANDO DESCUBRÍ EN UN RINCÓN LA CABEZA SECA DE UNA SERPIENTE.EL CUADRO COMO MUNDO HETEROGÉNEO PALPITABA EN UN RINCÓN DEL TALLER,REZUMABA HUMORES Y UN VAHO ESPESO Y LETAL SUBÍA DE LOS CADÁVERES QUE UN ESCOPLO HABÍA ABIERTO.EL PINTOR DORMITABA Y VENÍA DE OSCUROS PANTANOS.EN REALIDAD NO SÉ POR QUÉ HABÍA IDO.YO ESTABA MOLESTO Y SIN EMBARGO ALGO ME RETENÍA.EL PINTOR NO ME HACÍA NINGÚN CASO.SEGUÍ CONSERVANDO CUERNOS Y RABOS Y LOS UNÍA CON LA MIRADA,CADA RINCÓN DEL ESPACIO DONDE IBA MURIENDO.COMPRENDÍ QUE LA PASIÓN ES UNA NECESIDAD PERO NO PODÍA COMPARTIR TANTAS TENSIONES.EL ABISMO SE IBA ABRIENDO A MIS PIES Y EL PINTOR PERMANECÍA INMUTABLE.DABA LA IMPRESIÓN DE QUE CADA VEZ QUE INTERVENÍA EN AQUELLA MALDITA SUPERFICIE LLENA DE ORGANISMOS SE ABRÍA UN POCO MÁS EL AGUJERO POR DONDE IBA A CAER SIN REMEDIO.
¿CAER?..HACIA DÓNDE.
¡EL SUELO ESTÁ DEJANDO DE EXISTIR POR MOMENTOS¡.
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ.
DÍA TRES DE NOVIEMBRE DEL AÑO 2011.
ESCRIBO SIEMPRE DESDE MACHARAVIAYA.
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