a pesar suyo las tentaciones se habían confortablemente instalado en el desierto
cierto es que las tentaciones se pueden presentar y acosarte en cualquier lugar del mundo pero no lo harán si estás sólo
suelen aparecer cuando estás en sociedad y compañía
entonces surgen
zafado el caminante de las tentaciones de el placer carnal y la lujuria
siguió su camino
un fuerte viento formaba remolinos de arena tanto que con extrema dificultad veía
una tormenta eléctrica y la luz de un sol que traspasaba la arena y la hacía brillar
cesó la tormenta
y el caminante vio de lejos que venía mucha gente
era mucha gente
enarbolaban para el ataque sendas botellas de coñac vino ron anís orujo
y múltiples bebidas alcohólicas
no llevaba escudo aquella gente porque estaba seguro de su victoria
aquella gente estaba borracha gritos incoherentes tambaleos
y rodearon al caminante al cual le preguntaron
.-¿qué bebes?
el caminante les contestó
.-¡agua¡
.-¿agua?
le preguntaron riéndose de él
.-¿no conoces los placeres de el alcohol?
.-¡no¡
les contestó
.-¡ahora los conocerás¡¡
le dijeron
intentaron verter en su boca el contenido alcohólico de varias botellas
sujetado e inmovilizado por múltiples manos
vio como los chorros de alcohol iban directamente a su boca
más el fuerte viento de el desierto hizo que los chorros de alcohol fueran a las bocas de los amenazantes borrachos que por un exceso de alcohol cayeron uno tras otro en las arenas de el desierto que los cubrió
sacudiose el caminante la arena se levantó
y siguió
caminando caminando
rafael carmona jiménez
publicado a las diez y veinte de la noche del día veinte del mes de agosto
y del año 2017
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