dejando su casa y su jardín bien ordenados y limpios
y sus pasos le encaminaban siempre a la misma cafetería en la cual no hablaba con nadie
con educación pedía al camarero un café solo que se bebía bien azucarado en tanto miraba por la ventana
observaba a la gente que pasaba
sus gestos como iba vestida
y una vez bebido su café dejaba la mesa bien ordenada
saludaba circunspecto e iba a la panadería todas las tardes
y con una mujer para él desconocida se encontraba
le llamaba la atención la soledad que la acompañaba y poco a poco se fue habituando a verla todas las tardes
y el tiempo pasab
más una tarde no la vio
le pareció muy extraño y su presencia echaba de menos
no sabía donde buscarla y a nadie preguntaba
.-¿cómo preguntar por una desconocida?
y el tiempo pasaba
alguien que se había dado cuenta de como la miraba le dijo
.-esa mujer que todas las tardes usted veía ha muerto no la verá más
él continuaba dando su paseo todas las tardes y una de ellas vio a la desconocida y se atrevió a hablarla
.-¡qué alegría me dijeron que usted había muerto¡
.-así es le contestó he muerto pero de la muerte he regresado porque sabía que usted me miraba y quizá hablar conmigo dudaba
confuso le dijo
.-si la miraba su presencia me atraía
.-¿y por qué no me habló?
le preguntó
.-no se le dijo no me atrevía
.-ahora ya estoy muerta pero de la muerte he regresado para despedirme de usted y decirle que pronto pasearemos juntos por las estrellas
rafael carmona jiménez
publicado a las once y media de la noche del día cuatro del mes de junio
y del año 2017
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