¡CUANTAS VECES HE AÑORADO SU CÁLIDA PRESENCIA¡
¡CUANTAS VECES HE RECORDADO SU PAUSADO VUELO NOCTURNO¡
EN LA NOCHE SOLÍAMOS CONVERSAR Y ÉL ME COMUNICABA SU EXPERIENCIA
ECHABA DE MENOS SUS SABIOS CONSEJOS
ME ENSEÑABA A VOLAR Y SORTEÁBAMOS LAS RAMAS DE LOS ÁRBOLES
SU PLUMAJE ERA BLANCO COMO SI FUERA DE NIEVE
SUS OJOS TODO LO VEÍAN Y ATRAVESABAN
Y UNA TARDE DE VERANO VOLÁBAMOS JUNTOS POR LAS MONTAÑAS
Y AQUELLA TARDE
CUANDO SE OCULTABA
EL SOL
¡UNA FLECHA LE ATRAVESÓ EL CORAZÓN¡
CUANDO ECHO DE MENOS A MI AMIGO
¡EL BÚHO¡
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ
DÍA DIEZ Y OCHO DEL MES DE DICIEMBRE
Y DEL AÑO 2013
ERAN LAS ONCE MENOS CUARTO DE LA MAÑANA
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