el clamor unánime de los pueblos era alarido de dolor ante la presencia del monstruo
destrozaba a sus espíritus su contemplación y a ella quedaban obligados
habían sido arrancados de la luz hundidos en la oscuridad
despojados de sus féretros tal como era veían y eran presa del horror
más nada manifestaban mudos ante si sentianse inmóviles
querían correr desbocadamente asirse unos a otros con locura con ojos desorbitados y gritos vibrantes en sus gargantas
desgarrar sus propias carnes hincar marfil en su sólida sangre arrancar sus entrañas destrozarlas para ofrecer con su horror la muerte que en ellos estaba a la muerte que contemplaban
pero
permanecían quietos inmutables solo el alarido de sus espíritus barrenaba las tinieblas
rafael carmona jiménez
escrito en el año 1966 y publicado a las diez y diez de la noche del día cuatro del mes de octubre
y del año 2017
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