su imagen por la oscuridad no definida se divisaba como un aliento
en lo más escarpado de el acantilado
frágil observaba el alborotado horizonte roto por el fuerte oleaje
todo lo cubría la túnica negra de la noche
¿qué esperaba con tanta ansiedad?
una lechuza fue quién la despertó de sus sueños que le dijo
.-¡ya viene¡......¡ya viene¡
ella recordó que le dijo
.-volveré en un buque
presurosa se levantó de su cama se vistió y fue al acantilado en donde el buque debía atracar en una recogida y resguardada ensenada
el oleaje había hecho desaparecer a la ensenada en la cual el buque debía atracar
lo divisó maniobrando con gran dificultad con velas y mástiles destrozados por el viento
.-¡en el viene¡
gritó a los vientos y con él me reuniré¡
el buque zarandeado por el oleaje amenazaba zozobrar
y escuchó una voz que en medio de el estruendo le decía
.-¡ya voy¡
esperanzada e inmóvil observando continuaba
el buque más y más se acercaba
pero antes de llegar a la ensenada contra los arrecifes chocó
siguió observando las velas y mástiles de el buque desperdigados flotaban
se hizo el silencio
el silencio de los muertos y de los ahogados
pero vio en la oscuridad la figura de un hombre que intentaba llegar a nado a el acantilado
rafael carmona jiménez
publicado a las diez menos veinte de la noche del día diez de el mes de julio
y del año 2017
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