nací como hijo de la anónima caravana de la vida
cuando ya tuve uso de razón
se nos dijo
.-¡camínemos haci el sol¡
y comenzamos el viaje
el sol nos castigaba con su ardiente fuego pues como astro rey no se fiaba
así que nos mandaba oleadas de fuego que iban a nuestro alrededor quemando las arenas del desierto de la vida
a pesar de todo continuamos caminando hacia él hacia el sol
poco a poco íbamos cayendo quemados por el calor y el axfisiante aire
al final y ya más viejo seguí caminando agarrándome a mi cayado
y al considerar el sol mi tenacidad
dejó que a él me acercara
y para mi sorpresa noté que a medida que a el sol me acercaba y iba rejuveneciendo
rafael carmona jiménez
publicado a las diez y media de la noche del día treinta del mes de mayo
y del año 2017
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