solamente oigo
el rítmico murmullo de las olas que cubiertas por un manto de penumbra mueren y resucitan en las arenas de la playa
la noche está silenciosa callada
una brisa marina impregnado con olores de algas
mi cerebro espabila
se mueven las hojas de este cuaderno en el que estoy
escribiendo bajo la luz de una solitaria farola
tardará el sol en surgir de el horizonte
en la costa que hay frente a mi veo luces lejanas
todo duerme
menos la blancura alada de una gaviota cuyo vuelo pasa
silencio
sólo oigo el murmullo de las olas
dentro de muy poco tiempo saldrá el sol y dorará con su luz a las aguas
rafael carmona jiménez
publicado a las diez y media de la noche del día veinte y seis del mes de abril
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