se despertó agitada
pues en sus sueños una voz acuática la llamaba
las espumas blancas en la noche diáfana por su ventana
saltaban
se desprendieron la flores de la cortinas
bordadas
y cubrieron su cama
la luna descendió
en su habitación
entraba
.-¡decídete¡
le dijo
la voz te llama
un blanco velero
entre las furiosas aguas
de fuerte oleaje
y escondida en el fragor de la tormenta de nuevo la voz escuchaba
.-¡ven conmigo amada¡
rafael carmona jiménez
publicado a las diez menos diez de la noche del día veinte y uno del mes de abril
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