jueves, 26 de abril de 2012

AZUL

AZUL.
DIMANABA DE LAS PAREDES Y DEL SUELO,SE REFLEJABA EN ECOS TRANSPARENTES SOBRE SÍ MISMO.SE PODÍA INTUIR.DENSO,VIVO,PENETRADO DE CONTACTO Y DE MATERIA.YO HE SONREÍDO.TAMBIÉN AZUL MIENTRAS SE ESPERABA EL VIENTO.VENÍA RECORTÁNDOSE.RECOSTADO LENTAMENTE COMO ASCIENDE LA MAÑANA,ENTRE LAS HOJAS OSCURAS Y LAS RAÍCES.ROTUNDAMENTE AZUL,SIN INHIBICIONES.
LUEGO,LENTAMENTE TAMBIÉN HA IDO DISOLVIÉNDOSE PARA DEJARME DEFINITIVAMENTE IMPREGNADO DE SÍ.
SIENTO,DE PRONTO,EL AZUL MOVEDIZO,ULULANTEDE LAS AGUAS.EL AZUL IMÁN Y LO CONTEMPLO INMÓVIL VERDE,VERDE ENTRE LAS HIERBAS TIERNAS DEL CERRO.SONRÍE DE NUEVO,LO MIRO ME INUNDO DE AZUL.
ASÍ HASTA NOTAR LO SALOBRE Y AMARGO.
ENTONCES ,CON LA ESPUMA SALTÁNDOME EN LOS DEDOS Y EN LA BARBA,ES EL MOMENTO DE PINTAR Y DE REÍR.
¡DENSO MEDITERRÁNEO.
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ.
ESCRITO EN EL AÑO 1997.
TRANCRITO EL DÍA VEINTE Y SEIS DE ABRIL DEL AÑO 2O12.
A LAS ONCE Y CINCO DE LA NOCHE.
ESCRIBO SIEMPRE DESDE MACHARAVIAYA

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