EL ERMITAÑO

respirar aire fresco,tumbarse al lado del río a la sombra de los árboles.

ser libre a través de los sueños.las noches con plumas de color violáceo se movían lentamente por el cielo.un bosque,una montaña,una cueva.

y ahí se quedó para vivir con sencillez.

no leía,no pensaba.por primera vez en su vida estaba contemplando.contemplando las maravillas de la naturaleza.

perdido entre legajos y voluminosos papeles trabajaba en aquel infecto sótano.

pensaba..¿qué hora será?..¿será de día?..¿será de noche?.imaginaba como estaría el sol brillando si fuera de día.imaginaba como brillaría la luna si fuera de noche.

imaginaba una vida que no tenía,encerrado,enjaulado y haciendo un trabajo que le era insoportable.

él,de niño,pensaba ser poeta músico o pintor.

¡qué sé yo¡.

pero la realidad es que la vida le había conducido a una lamentable situación,esclavizado,clavado en una 

mesa,ceniciento donde iba palideciendo.

¡era una realidad¡.

¡no era un sueño¡.pero un gorrión había entrado en el sótano¡.con sus gestos el gorrión parecía ¡sígueme¡.el gorrión atravesó la pared del sótano y el lo siguió.

cayó en un precipicio pero,sorprendido,vio que podía volar.entonces sus sueños se hicieron realidad.

¡ya no había sótano¡.

¡ahora veía el sol¡.

¡ahora podía ver la luna¡.

abrazaba los árboles,daba gracias a la luz del sol,a la luna y a las estrellas.

curaba animales con el mero hecho de desearlo.pero la gente.

la gente.

la gente conoció el bosque donde él vivía y siempre por curiosidad fueron a verlo.

¡era un hombre libre¡.

¡libre¡.

y la gente decidió hacerle una vivienda para que se integrara en la sociedad.una vivienda llena de comodidades.

él se fue a otro bosque a otra montaña a otra cueva.

rafael carmona jiménez.

día diez de diciembre del año 2011.

a las diez y media de la mañana.

escribo siempre desde macharaviaya.