DEL VIENTO Y ERA COMO UN MUGIDO
ZARANDEABA A LAS RAMAS DE LOS ÁRBOLES
SOBRE SU FRENTE
SE POSÓ EL CUERVO DE LA NOCHE
LOS DEDOS DE LOS ÁRBOLES
GOLPEABAN A LOS CRISTALES DE LAS VENTANAS
NO ES QUE SINTIERA MIEDO
SINO HORROR
PUES SABÍA QUE POCO A POCO
SUS MIEMBROS DE IRÍAN PARALIZANDO
Y SABÍA QUE EN SILENCIO TODO SE QUEDARÍA
¡CALLADO¡
EL SUDOR FEBRIL
LAS SÁBANAS EMPAPADAS
Y ASÍ UNA Y OTRA NOCHE
¡PARALIZADA¡
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ
PUBLICADO A LAS DIEZ DE LA NOCHE
DEL DÍA DOS DEL MES DE JULIO
Y DEL AÑO 2015
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