LLOVÍA

Y SU ROSTRO

A TRAVÉS DE LOS CRISTALES DE LA VENTANA

EMPAPADO DE AGUA

ESTABA

MIRABA LOS ÁRBOLES NEGROS Y A LOS CUERVOS QUE  SUS RAMAS POBLABAN

ESCUCHABA EL FECUNDO CANTO DE LA LUNA

ESCONDIDA EN UNA ESQUINA DE LA NOCHE

DORMIDA

PALPABA  CON SUS MANOS EL CAMINO

MÁS SU CEREBRO ERA DE PENSAMIENTO

UN TORBELLINO

Y LA NOCHE

ERA UN OSCURO HORIZONTE

A  DONDE QUERÍA IR

LA ATRAÍA EL PLUMAJE BLANCO DE LOS CISNES

ESTÁTICA ACARICIABA CON SUS DEDOS  A LA OSCURIDAD

E IMBUÍDA POR LOS TAMBORES,LOS DIONISÍACOS DITIRAMBOS

¡BAILÓ¡

¡DANZÓ¡

ALZADOS LOS BRAZOS

Y CON SU CUERPO LLENOS DE SINUOSOS MOVIMIENTOS

FUERA DE SI MISMA

Y EN LOS ÉXTASIS DE EL AMOR

ALLÍ EN EL HORIZONTE

¡MURIÓ¡

RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ

PUBLICADO A LAS DIEZ Y MEDIA DE LA NOCHE

DE EL DÍA VEINTE DE EL MES DE MARZO

Y DE EL AÑO 2015