EL VIENTO ESTABA CALLADO
LAS OLAS DEL MAR SE MOVÍAN
MÁS NO HACÍAN RUIDO
LOS ÁRBOLES MOVÍAN SUS HOJAS Y RAMAS
PERO
NO SUSURRABAN
EN LA PROFUNDIDAD
¡SILENCIO¡
LOS PÁJAROS NO PIABAN
LOS RÍOS DISCURRÍAN POR SUS CAUCES
PERO NO SE OÍA LA MÚSICA DEL AGUA
¡NO SE OÍA NADA¡
LOS LEONES RUGÍAN
¡EN SILENCIO¡
LOS PECES NADABAN
¡EN SILENCIO¡
LAS MADRES
NO CANTABAN A SUS HIJOS
LOS NIÑOS
NO HABLABAN
¡NADIE DECÍA NADA¡
SE MOVÍAN LOS LABIOS DE LOS HOMBRES
PERO
¡NO DECÍAN NADA¡
TODO EL MUNDO IBA A SU TRABAJO
¡EN SILENCIO¡
Y SOBRE UN MUNDO SIN NADA QUÉ DECIR Y SIN PALABRAS
¡CAYÓ COMO UNA LOSA DE PIEDRA PESADA DESDE LO MÁS ALTO¡
¡DESDE LOS CIELOS¡
¡Y SE INCRUSTÓ EN LAS GARGANTAS¡
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ
DÍA VEINTE Y UNO DEL MES DE MAYO
Y DEL AÑO 2013
A LAS NUEVE Y CUARTO DE LA MAÑANA
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