LA TARDE TEMBLABA
DESNUDA
EN EL TEMBLOR
BLANCO
DE LOS ÁLAMOS
COMO EL CUERPO
BLANCO
Y DESNUDO
QUE SE OFRECE
COMO LOS LABIOS
DE UNA ADOLESCENTE
TEMBLABA
COMO LAS CARICIAS
NERVIOSAS
DE SUS MANOS
LA TIBIA MEJILLA
DE LA TARDE
REPOSABA
EN MI HOMBRO
Y CANTABA SUAVE
EN MI OÍDO
Y SU VOZ DE AGUA
TEMBLABA
SU VOZ
DE NIÑA
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ
PUBLICADO EL DÍA DIEZ Y OCHO MDEL MES DE DICIEMBRE
Y DEL AÑO 2012
A LAS CUATRO Y VEINTE Y DOS MINUTOS DE LA MADRUGADA
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