martes, 17 de mayo de 2016

ÁFRICA

UN RAYO DE CARMÍN ATRAVIESA EL HORIZONTE
EL CREPÚSCULO CON SUS OJOS DE LUNA ABIERTA MUERE LENTO EN EL VIENTRE DE LA NOCHE QUE ME ENVUELVE EN LAS EXTENSAS PLANICIES AFRICANAS
EL VIENTO REVOLVIENDO LAS VEDIJAS DE LOS ÚLTIMOS REBAÑOS Y LOS LAMENTOS DE LOS ÚLTIMOS RESIDUOS DE CALOR ENCERRADOS ENTRE LAS PIEDRAS
EL VIENTO DEJA TORBELLINOS BLANCOS A SU PASO POR LOS QUE ASCIENDEN ESTAS PEQUEÑAS RATAS QUE ADORMECIDAS Y DESLUMBRADAS MUEREN INCRUSTADAS EN LOS NEUMÁTICOS DE LOS VIEJOS CAMIONES
LA SOMBRA OSCURA DE UNA PEQUEÑA MEZQUITA HECHA CON TIERRA PISADA DE ETERNO DIBUJO SE RECORTA,A PESAR DE TODO,LUMINOSA EN LA NEGRURA
ES UN TESTIGO MUDO DE ORACIÓN Y SIEMPRE DE ESPERANZA INCLUSO AL MARGEN DE LOS HOMBRES
ES JUNTO A OTROS TESTIGOS UNA SEÑAL DEL AMOR ENTRE NUESTRA TIERRA Y EL UNIVERSO
EL UNIVERSO,UN CIELO ESTRELLADO QUE SOLO PERCIBO EN ÁFRICA
UN CIELO QUE ME APLASTA CON SU ABOMINABLE BELLEZA
Y QUE PERMANECE EN MEDIO DE ESTAS ESFERAS DE MUTACIÓN PERPETUA
EL CIELO ME ABRAZA POR SU INMENSA MELANCOLÍA
JIRONES DE FANTASMAS
DJINNS DE LOS DESIERTOS
ESTAS VOCES
ESTOS LAMENTOS
ESTOS CANTOS DE PLANICIES ANTAÑO SURCADAS POR CARAVANAS DE OJOS BRILLANTES
MORIR AQUÍ
EN ESTOS MOMENTOS
MORIR DENTRO DE LA MELANCOLÍA
ACABAR FUNDIDO CON LAS ROCAS PARA VIVIR DE NUEVO EN CARNE RENACIENTE
¡QUÉ GRANDE ES EL SILENCIO CUANDO EL ALMA ESTÁ ATERIDA¡

LA ILUSTRACIÓN QUE PRESIDE ESTE ANTIGUO RELATO PERTENECE AL AUTOR
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ
PUBLICADO A LAS ONCE MENOS CUARTO DE LA NOCHE DEL DÍA DIEZ Y SIETE DEL MES DE MAYO
Y DEL AÑO 2016

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