viernes, 3 de febrero de 2012

EL VIEJO MOLINO Y LA ESMERALDA

LOS DIENTES BLANCOS DEL FRÍO MORDÍAN AL LÚGUBRE VIENTO QUE NACÍA ENTRE LAS ROCAS.
EL QUEBRADO DORDE DEL ACANTILADO DABA VOCES Y LAS CAMPANAS DE LA NOCHE ROMPÍAN EL SILENCIO QUE VAGABA POR LAS NUBES.
DETRÁS DEL ACANTILADO HUNDIDO EN LAS OSAMENTAS DE BARCOS HABÍA UN VALLE ILUMINADO POR EL FÓSFORO DEL CEMENTERIO CERCANO DONDE ESTABA EL VIEJO MOLINO.
CERCA DISCURRÍA EN LIMPIAS Y CLARAS AGUAS UN RÍO BORDEADAS SUS RIBERAS POR ÁLAMOS CUARTEADOS,LAS HOJAS DE LOS ÁLAMOS TEMBLABAN Y LAS VOCES DEL VALLE CONTABAN LA HISTRIA.
DEL VIEJO MOLINO Y LA ESMERALDA.
DURANTE ALGUNOS AÑOS ELLA HABÍA ESPERADO,SALIENDO TODAS LAS TARDES A LA PUERTA DEL MOLINO.
¿POR QUÉ SALÍA?
¿QUÉ BUSCABA?.
¿QUÉ ESPERABA?.
ESTO SOLAMENTE LO SABÍAN LAS VOCES DEL VALLE.
MUCHAS HISTORIAS PODÍAN CONTAR DEL VIEJO MOLINO,PERO LA HISTORIA QUE AHORA RELATO ES LA MÁS IMPORTANTE.
LAS VOCES DULCES DEL VALLE RELATABAN LA HISTORIA EN VOZ BAJA,COMO UN MURMULLO ACUNADO POR EL VIENTO.
ELLA SIEMPRE ESPERÓ.
UNA TARDE LA LUZ DEL CREPÚSCULO RECORTÓ LA SILUETA DE UN BARCO.
EL BARCO SE ACERCABA Y ELLA CREYÓ QUE ERA UNO DE TANTOS BARCOS QUE SOLÍAN ATRACAR EN LA ENSENADA.
LAS NUBES CON RISA SARCÁSTICA ABRÍAN SUS CUEVAS.UN VIENTO HURACANADO LEVANTÓ LAS AGUAS Y EL BARCO ZOZOBRÓ.
NADIE HABÍA EN LA PLAYA.
LAS VOCES DEL VALLE CUENTAN,QUE UNA MUJER VESTIDA DE BLANCO SE ACERCÓ.
DEL SENO DE LA MAR EMERGIÓ UN COFRE TALLADO EN MADERA ,FORRADO DE HIERRO Y DECORADO CON FLORES DE CRISANTEMOS.
EL COFRE SE ABRIÓ.
ESTABA LLENO DE ESMERALDAS CUYA LUZ VERDE IRISADA BRILLABA EN LOS OJOS DE LA MUJER QUE ESPERABA.
CUANDO SE ABRIÓ EL COFRE ELLA SE FUNDIÓ EN LA ESPUMA DE LAS OLAS Y LAS VOCES DEL VALLE DICEN QUE MURIÓ.
PASADOS LOS AÑOS EL VIEJO MOLINO YA DERRUÍDO CONSERVABA EL RECUERDO DE UNA MUJER VESTIDA DE BLANCO QUE SIEMPRE ESPERABA.
BAJO LAS LOSAS DE PIEDRA DEL SUELO DEL VIEJO MOLINO,HAY UNA CRIPTA DONDE LAS VOCES DEL VALLE GUARDAN EL CUERPO DE UNA MUJER CUYOS OJOS SON.
¡ESMERADAS¡.
RAFAEL CARMONA JIMÉNEZ.
DÍA TRES DE FEBRERO DEL AÑO 2012.
A LAS ONCE Y MEDIA DE LA MAÑANA.
ESCRIBO SIEMPRE DESDE MACHARAVIAYA

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